Soneto Malsano
Uno tierno de carnes y de alma
en mi cama tramó amores
con tal inocencia que piedra es
en las caderas de mi cadencia.
Y al otro que menos merece
ofrezco mis labios en bandeja
cuatro jugosos servidos al dente
y él los suyos cierra cual almeja.
Como loca lamo su despecho
tesoro malsano es roca
en el blanco de mis pertrechos.
Y si dos no son el mismo, ni modo,
para trabajar en mi amor maltrecho
al lecho de nuevo voy sola
a calmar el temblor insatisfecho.