Hoy, replicar una sonrisa, mostrar los dientes,
dejar un ventilero
amarfilado, mientras a la cuna de tierra
la boca del estómago
acariado en tintas salivas para regar
la mesa donde tarde
la taza ofreció remanso. Si pongo agua ¿cuántos
cuento? Si la pregunta
llegara a mis labios y tú respondieras, yo
descalza llegaría
a colocar otra manta que tus tibias piernas
no extrañan y secreta
vigilar la ligereza------saber que se olvida
muy pronto hasta el peso de tu apacible pereza.