No demasiado, pero suficiente, comedia
exigente lo que había. Reiría si fuese
mi graznido el presente, la premura en la acedia
presta a que dijese: lo que había estaba ausente.
Si algo supiera de fastos y flores, la falla
prendida en el espumero de la noche, llama
de las que a solas calientan tu comida fría,
algo diría del beso, arrojo y de mi cama.
Pasando revista, aquí ya no se habla de brazos
ni de furia en los desfiladeros sin acero,
ni de susurros bajo la luna. Son escasos
los hombres obreros o no. No, aquí no hay bolero.
Si la ausencia fuese lucero, que otro rito, arte
mejor para darte prueba habría, que lamida
la lepra en la palabra guarecida del torvo. .
para hablar de una mujer que camina por vida.
La lepra en la palabra guarecida del torvo. .
que crece como moho o brota como sudor.
Aquí no hay poesía, pero tampoco estorbo.
Aquí se llega sin nada a perder el dolor.